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VOCES MIGRANTES

CUERNAVACA: LA IDENTIDAD Y EL PATRIMONIO

(1ª Parte)

Se le llama IDENTIDAD al onjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás. (Esto tomado del Diccionario de la Real Academia de Lenguas Españolas). En base a esto es importante señalar que la identidad del individuo va cambiando o se va ajustando, dependiendo del grupo social en el que sustentamos nuestro patrimonio cultural. Por ejemplo: En la familia, en la localidad, con los demás municipios, como nación, continentalmente y en el mundo.

Cuauhnáhuac (del náhuatl: Cerca de los árboles), fue fundada alrededor del año 1150 d.C. por los Tlahuicas, una de las tribus nahuatlacas que de Aztlán llegaron al centro de México. En la conquista española, quedó inscrita como Villa de Cuernavaca anotada así en la Cedula Real del Marquesado del Valle de  Oaxaca en 1529 y con nombramiento como Ciudad hasta el 14 de octubre de 1834 tras la consumación de la Independencia de México; fue lugar de posta del camino real a Acapulco en el siglo XVIII, residencia temporal del rico minero José de la Borda creador del Jardín Borda y ahí mismo, casa veraniega de Maximiliano de Habsburgo y de su esposa Carlota, desde entonces ha recibido la visita de grandes personajes. 

Luego que durante la Revolución, Venustiano Carranza ordena su desalojo para evitar la ayuda a Emiliano Zapata y a su ejército, al final de la contienda armada empieza a repoblarse con algunos antiguos habitantes y otros provenientes de los estados vecinos sobre todo de Guerrero y el Edomex además de que regresaron famosos visitantes extranjeros, gracias a los cuales, Cuernavaca empieza a ser atractiva con una imagen de ciudad cosmopolita por excelencia.

Uno de los desafíos ante el aumento de habitantes fue el aprovechamiento de la ruta del agua que comprende el Salto de San Antón y Salto Chico, el Túnel, la barranca del Pilancón donde nace un manantial, el Paseo ribereño de la barranca de Amanalco y el Parque Ecológico Chapultepec; los parques públicos: el Parque Melchor Ocampo con sus manatiales, el Parque Alameda Solidaridad y el Parque Ecológico de San Miguel Acapantzingo. 

Decía Iván Illich, el famoso pensador que vivió en Cuernavaca y en esta ciudad creó el CIDOC en tiempos del VII Obispo Sergio Méndez Arceo y del monje benedictino Gregorio Lemercier, que: “se requiere más esfuerzo, tiempo y delicadeza para aprender el silencio de un pueblo, que para aprender sus sonidos”.  Continuará.

Miguel Angel Rubí

Administrador, Servidor turístico, Fotógrafo, Docente universitario y Escritor