VOCES MIGRANTES

Terminaban los 60s en Cuernavaca y mis hermanos decidieron emigrar hacia los Estados Unidos, la primera de ellas, Margarita que se había graduado como secretaria bilingüe, según se fue a Chicago esa gran ciudad en Illinois, para perfeccionar su inglés. En muy breve tiempo se pudo colocar a trabajar en Bell  una compañía telefónica importante y así poco a poco se fueron yendo mis 4 hermanos con sus familias; el más pequeño por supuesto era un servidor que posteriormente me mandaron recursos para poder también emigrar a los Estados Unidos pero la reacción de mis padres era que yo tenía que estudiar aquí para hacer algo a favor de  la familia. Todos esos objetivos acompañados de una gran historia de sentimientos cruzados  nos hizo ir perdiendo poco a poco esa gran familia de Miranda´s qué éramos cuando vivíamos todos juntos.

Quiero expresar que los que nos quedamos en Morelos y en especial en la hermosa Cuernavaca sufrimos de ese sentimiento y fuimos viendo cómo los Estados Unidos nos robó todo a la familia Miranda, hoy en día, de mis hermanos solamente una de ellas la primera que se fue, esta económicamente bien con hijos y nietos y los que nos quedamos, bueno tuvimos que estudiar y desafiar lo pesado de la vida y como les he dicho varias veces, aunque me mandaron dinero para el avión, el recurso lo utilicé en otras necesidades que sentí que eran más urgentes.

 Posteriormente los visité pero solo  ocasionalmente. Y no obstante que estuve varias veces en Chicago y me jacto de conocer bastante bien esa ciudad, hoy a más de 60 años de la culminación de esa separación cuando ya todos los hermanos nos hemos hecho viejos, lo que es la vida, los que se fueron y siguen allá, aunque están bien, añoran nuestra tierra y en conjunto, todos, los de allá y los de acá, echamos de menos esa época cuando aún no nos separábamos ni valorábamos la familia unida y fuerte que una vez fuimos